Este año, ora para que Dios desarrolle tu carácter a través de los 12 rasgos listados a continuación. Ora por un rasgo de carácter diferente cada mes y escribe en un diario sobre los cambios que veas que Dios está desarrollando en ti a lo largo del año.
“Así ha dicho el Señor de los ejércitos: ‘Juzguen con verdadera justicia y muestren bondad y compasión los unos con los otros’” (Zacarías 7:9).
“Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia” (Colosenses 3:12).
→ Señor, crea en mí un corazón que practique la compasión y la bondad.
“Igualmente, ustedes los jóvenes, estén sujetos a los mayores; y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5).
→ Jesús, ayúdame a revestirme de humildad hacia los demás porque Tú resistes a los soberbios.
“Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Estas palabras que hoy te mando estarán sobre tu corazón; las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano y serán como frontales entre tus ojos. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas” (Deuteronomio 6:4-9).
→ Dios, dame un corazón enseñable conforme a lo que dice tu Palabra acerca de entrenar a la próxima generación para que te siga.
“Pero si no perdonan a los demás sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus ofensas” (Mateo 6:15).
“Sean bondadosos unos con otros, compasivos, perdonándose unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32).
→ Señor, ayúdame a recordar cómo me has perdonado, para que pueda tener esa actitud hacia quienes pecan contra mí.
“Samuel dijo: ‘¿Acaso el Señor se complace tanto en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del Señor? ¡La obediencia vale más que el sacrificio, y el prestar atención más que la grasa de carneros!’” (1 Samuel 15:22).
“Entonces volverás a obedecer al Señor y cumplirás todos sus mandamientos que hoy te ordeno” (Deuteronomio 30:8).
→ Señor, que sea pronto para escuchar y obedecerte.
“Enséñame buen juicio y conocimiento, porque creo en tus mandamientos” (Salmo 119:66).
“Si clamas por discernimiento y alzas tu voz por entendimiento” (Proverbios 2:3).
→ Dios, busco tu discernimiento para tomar decisiones que te honren.
“Que nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo para los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12).
“Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos que se abstengan de los deseos carnales que combaten contra el alma” (1 Pedro 2:11).
→ Jesús, que corra hacia Ti y lejos de la tentación en medio de una generación torcida y perversa.
“La responsabilidad de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, es el aceite para la lámpara, el incienso aromático, la ofrenda de grano continua y el aceite de la unción, así como toda la responsabilidad del tabernáculo, con todo lo que hay en él y en el santuario y sus utensilios” (Números 4:16).
→ Dios, ayúdame a ser un administrador responsable de mi tiempo, finanzas, dones y talentos para honrarte y ser hallado fiel.
“Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9).
→ Señor, Tú siempre estás conmigo, que sea fuerte y valiente.
“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45).
→ Jesús, Tú viniste a servir y no a ser servido. Que yo te sirva a Ti y a los demás de la misma manera.
“Pero la piedad es una gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento” (1 Timoteo 6:6).
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación” (Filipenses 4:11).
→ Señor, que pueda estar contento en todas las circunstancias.
“Por tanto, ya que tenemos tan grande nube de testigos que nos rodea, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12:1).
“Tengan por sumo gozo, hermanos míos, el que se encuentren en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce perseverancia. Y que la perseverancia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que les falte nada” (Santiago 1:2-4).
→ Señor, que pueda correr con perseverancia la carrera que has puesto delante de mí.
Anne Arkins y Gary Harrell escribieron "Mientras Ellos Duermen: 12 Rasgos de Carácter para Orar por Tus Hijos". Este artículo está basado en su libro, publicado por FamilyLife.
©2024 Cru. todos los derechos reservados.
