A partir de la pandemia hemos escuchado estos términos muy comunes, y les hemos dado poca importancia, ¿has escuchado estas frases por lo menos una vez en tu vida?
Estas exagerando
Eso te pasa por estar en el celular siempre
esta generación ya no aguanta nada
En mis tiempos no nos quejábamos tanto
Es normal, solo ponte a hacer algo más
Deja de pensar en esas cosas
Se nos ha categorizado como la “generación de cristal” porque “siempre nos estamos quejando de todo” y eso muchas veces ha llevado a que los sentimientos, emociones, padecimientos sean vistos como menos, o como que estás exagerando.
Estos trastornos son reales y no sólo le pasa a esta generación, lleva atacando a varias generaciones, sin embargo, el darles poca importancia ha hecho que muchas personas padezcan en silencio, que piensen que están exagerando y desafortunadamente en muchas ocasiones las consecuencias de no tratarlo son irremediables.
Como recomendación principal asiste y busca ayuda médica, son trastornos que no deben tomarse a la ligera, tu salud es importante.
Busca ayuda de otras personas, tus amigos, familiares, personas cercanas a ti; son trastornos que hacen daño a tu salud mental y que es necesario que hables con otros, el pasar esto tu sólo solo te llevará a tomar malas decisiones, platica con ellos de cómo te sientes, al pasar el proceso de rehabilitación acompañado es muy importante.
Busca ayuda en tus padres o en una persona muy cercana a ti, ellos te conocen más que nadie y te aman más que todo, no tengas miedo de contarles y pedirles que te ayuden, pide que tomen seriedad y que realmente es algo que estás pasando muy mal, la ayuda de tus padres o esa persona cercana es un pilar muy bueno para animarte a seguir adelante.
Busca tu paz mental, sé que este consejo puede ser difícil y algo ilógico, pero el pasar un tiempo a solas puede ayudarte, camina, despéjate de tus actividades diarias.
Hay una historia en la biblia que habla de alguien que pudo pasar lo que estás sintiendo, fue Jonás, en una parte de su libro él expresa “Las aguas me llegaban hasta el cuello, lo profundo del mar me envolvía; las algas se me enredaban en la cabeza, arrastrándome a los cimientos de las montañas. Me tragó la tierra y para siempre sus cerrojos se cerraron tras de mí. Pero tú, Señor, Dios mío, rescataste mi vida de la fosa. Al sentir que se me iba la vida, me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo”. Job 2:5-7 (NVI)
Te imaginas la ansiedad que sintió al pasar por esas cosas, la angustia que pudo pasar, suena muy poético sus palabras, pero creo que expresan muy bien cómo se puede llegar a sentir una persona, pero nos da una esperanza en los últimos versículos, donde dice, pero tú Señor rescataste mi vida de la fosa, y es que así es Dios, en su gran amor hacia nosotros nos rescata de los pensamientos más profundos.
Y es Que Dios siempre tiene cuidado de nosotros, busca que vivamos una vida de paz y que dejemos que él se encargue de toda enfermedad, dice 1 pedro 5:7. “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”. Así es, Jesús desea cargar con toda esa ansiedad y depresión que estás pasando, desea dar paz a tu corazón. Él nos ha creado, quién mejor que nuestro creador para saber cuánto dolor nos causan estos trastornos y cuanto no para aliviarnos.
Si eres un joven que ha escuchado o ha experimentado su amor hoy te recuerdo que él está más que dispuesto a seguir trabajando en tu corazón y que desea librarte de estos trastornos.
Si es la primera vez que escuchas de esto o no te has interesado en conocer a Dios, te invito a que lo hagas, a veces el pasar por ansiedad y depresión puede llevarnos a una desesperación grande, pensar que jamás podemos salir de ahí, donde muchas veces vemos que nadie puede ayudarnos, Dios si puede, él puede sanar tu corazón, ese texto de 1 de Pedro se escribió hace cientos de años, ¿te imaginas que tan grande es que a la fecha él lo ha escrito también para ti? que tan grande es su amor por ti que ha llegado hasta ti con este artículo, Él te busca siempre.
“Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana»”. Mateo 11:28-30 (NTV)
Dios también busca aliviar tus penas, ansiedad y depresión, no estás solo, búscalo de todo corazón y deja tus cargas en él.
Foto de Sasha Freemind en Unsplash
©2024 Cru. todos los derechos reservados.
