De acuerdo con la IMSS la salud mental “es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno socio-cultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés”.
En pocas palabras podemos resumir que la salud mental es un estado de plenitud de una persona en diferentes ámbitos de nuestra vida como lo son el social emocional y psicológico.
Muchas ocasiones pensamos que preocuparnos por la salud física es mucho más importante que cuidar nuestra salud mental, o lo dejamos en segundo, tercer o cuarto plano de cosas por las que preocuparnos.
Las actividades diarias como el ir a la escuela, los trabajos, los proyectos, las relaciones, el trabajo, las redes sociales pueden consumir casi o más bien todo nuestro tiempo, como jóvenes/adolescentes estamos tan inmersos en una vida que avanza tanto y tan de prisa que no nos detenemos a pensar en cómo cosas tan simples como el pasar tanto tiempo en redes sociales o el no comer muy bien pueden afectar nuestra salud mental.
Vamos a dar un recorrido por una rutina diaria de un universitario (que tal vez este leyendo esto) y cómo puede afectar la salud mental a sus actividades diarias.
Lunes, te levantas 5 de la mañana con sueño, te das un baño, y te arreglas para ir a la escuela, buscas algo para desayunar, pero no hay nada en casa, (seas foráneo o no), sales un poco tarde porque no encontrabas las libretas de ese día.
Caminas a donde está el bus, si eres de provincia tienes que caminar un poco más para tomar el transporte, subes al autobús y va lleno, así que te toca ir parado, en el camino vas pensando en las tareas que tienes que entregar y que se te olvidó hacer una tarea así que llegarás a hacerla.
Llegas a la escuela y la gente no te deja pasar para hacer la parada del bus así que te pasas 3 cuadras, toca caminar a la facultad, en el camino ves a 2 personas sospechosas que van detrás de ti, así que decides correr, además de que ya vas tarde para tus clases de las 7 am.
llegas a la clase y el maestro no llegó ni tus compañeros, resulta que avisaron en la mañana que no tenías clase, pero tú no llevabas datos, ¡vaya mañana!
No le tomas importancia y te quedas en el salón viendo videos, hasta que comience tu segunda clase, tus amigos llegan y comienzan a hablar del plan que tuvieron el fin de semana y al que no fuiste porque estabas trabajando, sólo sonríes y piensas “no importa, trabajo para la escuela, ya habrá ora ocasión.
terminas tus clases y te vas a tu casa, porque tienes tarea que hacer, llegas y no hay nadie porque tus papás trabajan, te duermes un rato y te levantas porque tienes mucha tarea.
Llega la noche y llega tu familia, tus papás te regañan porque no recogiste la casa, pero no te ha dado tiempo por tanta tarea y proyectos que tienes pues ya estás en evaluaciones, pero eso no lo saben ellos, sólo les dices que no te ha dado tiempo que lo harás en un rato.
Tu familia cena sin ti y se van a dormir, te quedas trabajando hasta media noche y te vas a dormir.
y así pasa de lunes a viernes y fines de semana no se diga, el estrés y los constantes regaños del trabajo no te dejan pensar en nada más.
¿te parece familiar algunas de estas cosas? ¿Te ha pasado algo similar?
Entre tanto estrés, preocupaciones y ocupaciones como jóvenes muchas veces hacemos a un lado nuestra salud mental, pero no nos damos cuenta que si mi salud mental no está bien todo lo demás tampoco lo estará.
Es importante tomar unos momentos y analizar, ¿Me he preocupado por mi salud mental? ¿He hecho algo al respecto?
Aquí te dejamos unas recomendaciones para que puedas mejorar tu salud mental.
Trata de mejorar tu alimentación, a veces es difícil como estudiante, pero inténtalo, evita pasar varios periodos de tiempo sin comer.
Realiza ejercicio, no es necesario ir a un gimnasio, puedes salir a correr, saltar la cuerda, etc.
Conserva buenas amistades y relaciones interpersonales, analiza que personas te hacen bien y quienes no, no está mal alejarte de aquellos que sólo aportan cosas malas a tu vida, y busca crecer las relaciones con las personas que te motivan e inspiran.
Evita bebidas alcohólicas y tabaco, parece que no, pero puede afectar mucho tu salud emocional.
Al final del día reflexiona de cuáles fueron las cosas del día que te hicieron sentir bien y cuáles te hicieron sentir mal, si ha sido un mal día y lo sientes, puedes llorar, déjate sentir tanto cosas buenas como cosas malas, desahógate y deja que todo eso se vaya.
Busca la paz en tu vida, busca una lectura, puedes leer algunos textos de la biblia, ahí puedes encontrar muchas palabras de ánimo que darán paz a tu vida y a tu corazón.
No está mal sentirte mal y cuidarte, busca siempre la paz en tu corazón y tu mente, así podrás crecer y tener una vida más sana y feliz.
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7 (NTV)
©2024 Cru. todos los derechos reservados.
