Diciplinas Espirituales

Oración de Aliento

El respirar es una actividad rítmica a la cual muchas veces no le prestamos la debida atención, ya que respiramos continuamente. Respiramos toda la noche mientras dormimos. Sin respirar no podríamos vivir. El oxígeno que inhalamos nos rodea y, así como no podemos vivir con solo inhalar oxígeno una vez, nuestras almas no pueden vivir con solo tener un momento con Dios.

El orar y habitar, el vivir con Cristo es también una actividad rítmica que nos toma todo el día y la noche. El orar continuamente es hacer de la oración una parte regular de nuestra existencia diaria.

"Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo” (1 Tesalonicenses 5:16-18).

La oración de aliento o la oración de corazón es una práctica que se lleva a cabo desde varios siglos atrás. Históricamente, está asociada con la tradición ortodoxa cristiana de oriente. El respiro y oración es propuesta a ser corta, sencilla y rápida de repetir, además de flexible y ajustable al lugar donde te encuentres con Dios en cualquier momento de tu viaje. La oración de aliento es usualmente silenciosa, pero al mismo tiempo puedes contemplar compartirla con un grupo o comunidad para repetirla juntos.

Cómo Crear una Oración de Aliento

  1. Empieza con silencio.
    Siéntate delante de Dios y considera el estado de tu alma en ese momento. ¿Estás cansado? ¿Agitado? ¿Angustiado? ¿Ansioso? ¿Pensativo? ¿Dudas? ¿Gozoso? Considera tus deseos más profundos y toma ese deseo (o alabanza y gratitud) y combínalo con la realidad de que Dios está presente contigo en ese momento, y que eres un amado hijo de Dios.

  2. Considera tu realidad.
    Tendrás dos pensamientos que se harán claros en ese momento:

    • El primero es que tienes una necesidad, alabanza o una celebración que poner delante de Dios.
    • Lo segundo es que Dios te encontrará en el lugar de tu necesidad o recibirá tu alabanza.

    Tal vez desees anotar algunas palabras que demuestren tu necesidad, así como algunas palabras que te recuerden cuánto Dios te ama.

  3. Escoge un atributo o un nombre de Dios.
    Busca inspiración en las Escrituras y selecciona un título para Dios que resuene contigo. Ejemplos:

    • Abba, Padre.
    • Consolador.
    • Pastor Fiel.
    • Sanador Divino.
    • Rey de Gloria.
  4. Añade tu petición, alabanza o gratitud.
    Resuma lo que deseas expresar a Dios en una frase breve (2-4 palabras). Ejemplos:

    • "Dame claridad."
    • "Guía mi camino."
    • "Enséñame a confiar."
  5. Crea tu propia oración de aliento.
    Combina ambos elementos en una oración breve que puedas repetir fácilmente. Por ejemplo:

    • “Dios Fiel, guía mi corazón.”
    • “Abba, lléname de paz.”
    • “Pastor Santo, enséñame a amarte.”
  6. Practica la oración a menudo.
    Inhala mientras dices el nombre de Dios y exhala mientras dices tu petición o alabanza. Este ejercicio puede convertirse en un hábito diario mientras caminas, trabajas o realizas tus actividades cotidianas.

Pasos para Reflexión

  1. Dedica un tiempo para escribir tus reflexiones sobre cómo este ejercicio está afectando tu vida espiritual. ¿Te ayuda a mantenerte más conectado con Dios durante el día?
  2. Considera compartir tu experiencia con un mentor o grupo cristiano para alentar a otros a practicar esta disciplina.

Si deseas aprender más y ser guiado en esta disciplina espiritual, ¡nos encantaría acompañarte en este camino! Haz clic en el botón amarillo en pantalla y ponte en contacto con nosotros. Un miembro de nuestro equipo estará listo para caminar contigo en esta práctica y ayudarte a profundizar en tu relación con Dios.

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