Los nombres tienen poder.
En la cultura judía, los nombres estaban llenos de significado, esperanza y expectativas. Este contexto también forma parte de la historia de Jesús. Por ejemplo, cuando llamó a Simón al ministerio, Jesús le cambió el nombre a Pedro (que significa "piedra") y le prometió que edificaría Su iglesia a través de él. Otro caso es el de Saulo, el arrogante fariseo que Jesús encontró en el camino a Damasco. Jesús lo transformó y le dio el nombre de Pablo (que significa "pequeño" o "humilde"), quien se convirtió en un ejemplo de humildad aprendida de Cristo.
Jesús mismo no era ajeno a tener múltiples nombres. Este Adviento, reflexionemos sobre algunos de los nombres de Jesús, lo que representan y cómo podemos usarlos para acercarnos más a Dios.
Dios colocó intencionalmente más de 100 nombres y títulos en la Biblia que describen a Jesús. Cada uno de ellos nos permite conocerlo más profundamente. Solo Jesús puede ser simultáneamente el Cordero sumiso y el León conquistador. Esta identidad dual permitió que pusiera fin a la muerte sacrificándose a sí mismo. Los nombres de Jesús en las Escrituras comunican Su misión y carácter.
En esta temporada, mientras los cristianos en México y en el mundo celebramos el nacimiento de Jesús, escucharemos nombres como Emanuel en himnos y canciones. Emanuel, que significa “Dios con nosotros”, es una verdad increíble, pero Jesús es mucho más que eso.
¿Cómo podemos conocer y adorar a Jesús más profundamente a través de Sus nombres?
Cada nombre de Jesús tiene un propósito: revelarnos algo acerca de Su carácter y misión. Mientras reflexionas sobre los nombres de Jesús, puedes usar estas preguntas para profundizar en tu adoración:
Aquí hay algunos nombres de Jesús y lo que representan, para que puedas meditar en ellos durante esta temporada navideña:
Emanuel (Mateo 1:23)
Príncipe de Paz (Isaías 9:6)
Cordero de Dios (Juan 1:29)
León de la Tribu de Judá (Apocalipsis 5:5)
Luz del Mundo (Juan 8:12)
Buen Pastor (Juan 10:11)
Camino, Verdad y Vida (Juan 14:6)
Alfa y Omega (Apocalipsis 22:13)
Salvador (Lucas 2:11)
Rey de Reyes y Señor de Señores (Apocalipsis 19:16)
Cada uno de estos nombres es un puente para conocernos más profundamente con Jesús. Este Adviento y en la Navidad, mientras escuchas villancicos o cantos congregacionales, detente a meditar en los nombres que mencionan:
Esta Navidad, recuerda que los nombres de Jesús no son solo títulos: son verdades vivas que transforman nuestra relación con Él. A medida que medites en ellos, deja que tu corazón adore al único que es digno de toda alabanza.
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre Sus hombros; y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
¡Celebra a Jesús, nuestro Emanuel, el Cordero de Dios, el León de Judá, y nuestro Salvador eterno!
Foto: EC
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