Mientras paseaba por la tienda, vi la bandeja de cubitos de hielo más linda, era de Olaf (personaje de Disney de la película Frozen). Pensé en los cubos moldeados de Olaf y en cómo les encantarían a mis hijos. En ese momento me vino a la mente lo siguiente: "¿Cómo deleitaría mi corazón moldeado a los demás y al Señor?"
Desde el 20 de junio de 2015, he sido parte del movimiento Pray2020 (Oración 2020). Estamos confiando en Dios para ver 10 millones de discípulos multiplicadores siendo levantados en el 2020 que influyan en el mundo para Jesús. ¡Un reto muy grande! Oramos diariamente para que el Señor moldee nuestros corazones para que sean uno con su corazón y así podamos ser también discípulos multiplicadores. También oramos para que Él multiplique nuestras vidas a través de otros y también los movilice para que se unan a nuestros esfuerzos.
Desde hace ocho meses he hecho esta oración cada noche. A las 20:20 suena un recordatorio en mi teléfono y mi familia se reúne para una rápida oración del movimiento de oración, si el momento lo permite, o si no, susurro la oración de forma individual.
Mientras miraba la bandeja de cubitos de hielo que tenía en la mano, lista para hacer hermosas réplicas de Olaf, me pregunté si la gente podía ver que yo estaba en proceso de convertirme en una pequeña réplica de Jesús. Amoldarse es difícil.
Hace dos semanas una amiga me dijo cosas dolorosas que me causaron enojo y decepción. Después de haberme desanimado por la situación, me di cuenta de que sus comentarios hirientes, aunque falsos, ponían de manifiesto mi necesidad de ser aceptada por los demás. Durante los últimos años me he centrado en Gálatas 1:10 "¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo".
Sin embargo, ahí estaba yo, molesta por la falta de aprobación de una amiga. Inmediatamente me di cuenta de que esta experiencia estaba siendo utilizada por Dios para moldearme a la semejanza de Jesús. Él sólo vivía para complacer a su Padre. Aliviada y emocionada por la moldura de mi corazón, fui capaz no sólo de perdonar a mi amiga, sino también de valorar la plena aceptación y aprobación que tengo con Dios debido al pago que Jesús hizo por mí en la cruz.
Mientras miraba la bandeja de cubitos de hielo con forma de Olaf, volví a orar: "Señor, moldéame a tu semejanza para que te deleite a ti y a los que me rodean".
Únete al movimiento Pray2020. Empieza a orar para que el Señor moldee tu corazón para que sea uno con el Suyo, multiplique tu vida y te permita movilizar a otros para que hagan lo mismo. ¿Por qué no pones tu despertador o un recordatorio en tu teléfono para que te recuerde esta oración a las 20:20? Visita pray2020.org para más información.
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