Tim Gouw
Una nueva oportunidad para hacer cambios.
Resoluciones de Año Nuevo, lista de metas o propósitos para el año que viene es un tema recurrente en esta temporada. Es importante poder hacer una pausa, tener un tiempo de evaluación y procesar lo que el año que recién termina nos deja.
Si tu resumen musical de Spotify no fue lo que esperabas y revela más tus gustos culposos que tu profunda intención de buscar a Jesús a través de la alabanza, es posible que consideres buscar a Dios de una forma más intencional.
Si entras en tu celular a la aplicación de la Biblia y te das cuenta que hace mucho tiempo te quedaste atrás con tus planes bíblicos, es posible que consideres buscar a Dios de una forma más intencional.
Si revisas el resumen del tiempo en pantalla de tu celular y te das cuenta que suman muchos más minutos (y hasta horas) las aplicaciones de redes sociales que tu tiempo de devocional, ya sea utilizando la aplicación de Biblia o la Biblia física, es posible que consideres buscar a Dios de una forma más intencional.
La idea no es que te sientas culpable o avergonzado. Si encajas con alguno o todos de los puntos anteriores toma la iniciativa de invertir más tiempo en lo que realmente es importante, tu relación con Dios. Proponerte más que empezar la dieta (lo cual también es importante), ir cada día al gimnasio, ascender de posición en tu trabajo, ganar más dinero, cambiar de celular, comprar un carro nuevo, etc etc. Así podrías evitar decir nuevamente al fin del año que viene que es posible que tenías que buscar a Dios de una forma más intencional.
Establece metas cortas que puedas medir y evaluar en un período de 3-4 meses y recuerda tener una visión clara de lo que quieres alcanzar ya sea en el corto, mediano y largo plazo.
Puedes enfocar tu tecnología para ayudarte a realizar una búsqueda más profunda sobre Dios, elimina aplicaciones que sabes que consumen mucho de tu día, tu memoria RAM del celular y no tienes un plan para ellas o no las has usado en los pasados dos meses.
Lo que dice Dios:
Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Isaías 26:9
Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Salmo 63:1
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