Emociones

Cómo manejar la presión

Las 2 cosas más importantes para recordar

Steve Douglass

A veces me preguntan cómo sobrevivo en medio de las presiones de mi trabajo. Mi respuesta siempre es simple: "Dios".

Pero la pregunta persiste: "¿Cómo funciona eso?" Pensé que sería bueno profundizar en este tema. Antes de empezar, permíteme decir que no siempre manejo la presión tan bien como debería. Pero he aprendido algunas lecciones a lo largo de los años.

Estas parecen ser las principales cosas que nos hacen luchar con las presiones de la vida diaria:

  • Carga: Tenemos más que hacer de lo que el tiempo disponible permite.
  • Emociones: "Poseemos" problemas de una manera que causa preocupación. Como resultado, nos sentimos emocionalmente agotados.
  • Consecuencias: Tememos que cosas malas puedan suceder si algo no se completa.

Recuerdo haber regresado de un viaje a Togo una semana en diciembre de 2011. Mi agenda de hablar allí estaba llena, sin incluir el tiempo de preparación para mis charlas. Al mismo tiempo, el ministerio mundial enfrentaba algunas incertidumbres con posibles consecuencias significativas. Mientras trataba de determinar con otros líderes qué hacer, recibí una llamada de Judy diciendo que nuestro hijo, Josh, había sido golpeado en la frente por una motosierra. Necesitaba llegar al hospital lo antes posible.

Me enfrentaba a una carga potencialmente abrumadora con emociones y consecuencias al mismo tiempo.

¿Cómo puede una persona superar todo esto? Como dije antes, "Dios". Ciertamente, hay muchas cosas prácticas que podemos hacer para no sentir presión, como delegar o decir "no". Sin embargo, no hay nada más poderoso que podemos hacer que mejorar nuestra visión de Dios y nuestra relación con Él.

1. Nuestra Visión de Dios

Espero que creas en las siguientes características sobre Dios. Pero muchas personas luchan por aplicar estas verdades en la vida diaria. Entonces, sin disculpas, repito lo que he compartido antes. Hay 3 verdades muy importantes sobre Dios que debemos hacer parte de nuestra vida diaria:

  • Él es soberano.
  • Él nos ama.
  • Él conoce nuestra situación.

Piénsalo. ¿Qué estamos diciendo cuando nos preocupamos y tememos? Básicamente, que una o más de las anteriores no son verdaderas: Dios realmente no puede manejar esta situación. O tal vez Él tiene un lado malo que lo lleva a ignorar mi necesidad y dejarme sufrir. O, con todo lo que está sucediendo en el mundo, simplemente no se ha dado cuenta de que estoy abrumado con cosas que hacer.

2. Nuestra Relación con Dios

Por supuesto, sabemos que Dios no está limitado ni es cruel, entonces ¿cómo combatimos la tendencia a pensar y comportarnos como si lo fuera? Un principio clave de relación podría ser útil aquí: Cuanto más tiempo pasemos con las personas, más las entenderemos y veremos su corazón. Así es con Dios. Cuanto más constantes y personales seamos en nuestra relación con Él, más lo entenderemos y confiaremos en Él. ¿De qué manera, por lo tanto, deberíamos ser más constantes en nuestra relación con Dios?

Conecta: No hay sustituto para los momentos consistentes y frecuentes con Dios. No me refiero solo a un tiempo devocional por la mañana. No debería pasar una hora sin tener alguna conversación con Él.

Deja: 1 Pedro 5:7 dice: "Echando toda vuestra ansiedad sobre él...". A menudo necesitamos "arrojar" la misma ansiedad muchas veces antes de que parezca desaparecer. Así que, continúa trayendo tus ansiedades a Él en oración.

Reclama: Hay tantas promesas que Dios hace en Su Palabra, promesas relacionadas con provisión, solución, sabiduría y paz. Necesitamos reclamarlas a menudo.

En resumen, la supervivencia y el éxito en medio de las presiones de la vida diaria dependen críticamente de dos cosas: nuestra alta visión de Dios y nuestra relación constante con Él.

 

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