Pues ya pasó un año más, rodeado de alguno de los platillos favoritos de la temporada, un grito más, festejando nuestra independencia y nuestra soberanía como país.
Para algunos el festejo se desvanece conforme las decepciones políticas ocurren en el país, mientras que para otros se reafirma y para otros tantos, el 15 de septiembre se ha convertido en una buena tradición para festejar con familia amigos y seres queridos, festejar que somos mexicanos cualquiera que sea tu caso ¡Viva México!
Viva esta nación en la que Dios decidió que debíamos nacer, un país que a través de los años ha pasado por varias transformaciones sociales, desastres naturales, crisis económicas…la pandemia y seguramente muchas otras cosas más tarde pasarán por mi cabeza y querré regresar a escribir.
Pero hemos descubierto como cristianos que el símbolo de la libertad no es una bandera, es una tumba vacía.
Es curioso como casi a diario recibimos algún mensaje de alguien pidiendo por liberación para sí mismo o algún ser querido, el concepto de ser libres en algo importante en la vida de las personas.
¿Está mal celebrar la independencia de México? No, siempre y cuando no nos dejemos llevar por el exceso nunca está mal celebrarlo, sin embargo como cristanos creo que debemos siempre recordar que para nosotros el concepto de libertad nos es dado en medidas más allá de lo que el mes de septiembre puede conmemorar. Aquí abajo un par de cosas de las que Dios nos ha hecho libres y que debemos siempre recordar.
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Romanos 6:22
Jesús en la Cruz nos libera de nuestros pecados y no solo eso, nos trata como dignos al darnos vida eterna.
Uno de los temores por incertidumbre más comunes en el ser humano, Dios nos da una perspectiva eterna recordándonos que la muerte ha sido vencida y que para nosotros es solo un evento que nos permitirá estar en presencia de nuestro Señor, Pablo escribe:
Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Filipenses 1: 19-21
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 4:22-24
Dios nos ama y por eso no nos quiere dejar iguales, él nos transforma y marca en nuestras vidas un antes y después de Cristo, podemos, con confianza, dejar ir todo lo que el mundo ha colocado sobre nosotros para encajar, complacer, pertenecer etc.. y vivir ahora con la identidad que ahora Dios nos provee.
Esto en cuanto a nuestro pasado pero en cuanto a nuestro futuro…
No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior. Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto
Romanos 12:2
Si mañana fuéramos invadidos por otra nación, estas libertades seguirán vigentes pues vienen de una Nación más allá de este mundo.
Dato curioso ¿Sabías que septiembre es el mes de la Biblia? Como mexicano me encanta que sea ese mes.
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