Amistad

Cómo cultivar amistades que perduren toda la vida

Jason Weimer

Inclinada a 45 grados y cubierta de barro y grasa, la "Pared Resbaladiza" en la serie de carreras de aventuras "Spartan Ultimate Team Challenge" presentó a los competidores un obstáculo que nadie podía conquistar solo.

Los equipos lo abordaron apilándose en una inestable escalera humana, levantando a sus compañeros de equipo hacia el punto más alto, mientras se mantenían firmes contra la amenaza del colapso.

A veces, la vida puede sentirse así. Todos enfrentamos obstáculos aparentemente insuperables: problemas financieros, crisis de salud, relaciones fracturadas, la lista podría continuar. Sin el apoyo de amigos cercanos y comprometidos, nunca superaremos estos obstáculos.

El desafío de los hombres y las amistades significativas

Hace unos años, un artículo en Men's Journal presentó el "Modelo de Déficit Masculino". Basado en 30 años de investigación, mostró que las amistades masculinas suelen caer en tres categorías: conveniencia, mentoría y actividad. El artículo argumentaba que los hombres tienden a distanciarse una vez que estas actividades compartidas terminan. A lo largo de mi vida, los amigos han llegado y se han ido como una serie de televisión en streaming: presentes y agradables por una temporada, luego en gran parte olvidados.

Sin embargo, he tenido la suerte de mantener varias amistades. Un grupo de siete hombres con los que he estado estrechamente conectado durante 20 años ofrece un útil modelo para construir amistades duraderas.

1. Encuentra a tu equipo

La mayoría de mis amistades universitarias se centraron en jugar y ver deportes, y en la participación en nuestro grupo de Cru en la universidad. Estas experiencias nos dieron el tipo de conexión uno al lado del otro que los psicólogos han descubierto que es la forma más común en que los hombres se conectan.

¿Dónde puedes encontrar a tu equipo?

Hay muchos entornos disponibles para hombres de cualquier edad. Por ejemplo:

  • Deportes recreativos o de fantasía.
  • Grupos pequeños de la iglesia.
  • Clubes basados en pasatiempos específicos.
  • Activismo comunitario.
  • Lugares de trabajo u organizaciones profesionales.

 

2. Quita tu máscara

Durante nuestro último año, un miembro del personal de Cru que nos guió a los ocho organizó un viaje de camping en las montañas de Pensilvania. El viaje estuvo lleno de actividades divertidas, pero nuestro mentor también nos animó a abrirnos entre nosotros sobre las cosas más profundas de la vida: luchas, sueños, miedos, traumas.

Nos desafió a quitarnos la máscara.

Normalmente, los hombres se asustan ante esta vulnerabilidad, pero actúa como un superpegamento, uniéndonos de formas poderosas.

La profundidad de nuestra vulnerabilidad fue posible en gran parte gracias a nuestra fe compartida en Jesús. Un versículo en la Biblia, Romanos 8:1, dice que "ya no hay condenación para los que están en Cristo Jesús" (Nueva Versión Internacional).

Todos llevamos cosas pesadas en nuestros corazones: cosas que hemos hecho o dicho, o cosas que otros han hecho y dicho a nosotros. Romanos 8:1 explica que cuando creemos en Jesús y lo seguimos, Él se ocupa de todo lo que nos hace sentir culpables o avergonzados. Ese fue el propósito de la muerte y resurrección de Jesús: que Él pudiera llevar nuestra culpa y el castigo que justamente merece, para luego enterrarlo y dejarlo desaparecer, mientras nos invita a compartir una nueva vida.

En otras palabras, estamos libres de condenación. Esa verdad me libera para hablar de las partes más crudas de mí mismo con el conocimiento de que soy aceptado y amado. Cuando me abro de esa manera con hombres que comparten la misma fe, actúan como conductos de la aceptación de Cristo.

3. Asume un compromiso

Después de nuestro fin de semana en las montañas, mis amigos y yo firmamos un documento comprometiéndonos a mantenernos conectados de por vida. Nos comprometimos a seguir construyendo nuestras amistades, alentarnos en nuestra fe y reunirnos una vez al año para avivar las llamas de nuestra hermandad.

Este sencillo acto, hacer un compromiso solemne, es quizás el ingrediente más poderoso para mantener amistades de toda la vida.

Los 20 años que siguieron a nuestro compromiso nos han visto enfrentar altas paredes resbaladizas. Un compromiso roto de matrimonio. Un hijo nacido muerto. Varios abortos espontáneos. Muerte de padres.

Sin haber asumido ese compromiso antes de terminar la universidad, habríamos tenido más probabilidades de enfrentar estos desafíos solos. Pero nuestro compromiso compartido con el grupo nos motivó a conectarnos en persona cada año, a usar la tecnología para mantenernos cerca a pesar de la distancia física y a compartir las pesadas cargas que cada uno enfrenta.

Vívelo

No hay nada especial en mí ni en mis amigos. Los pasos que hemos dado son bastante simples. Aquí hay algunos pasos similares que podrías tomar para experimentar una hermandad tan enriquecedora:

Si aún no has encontrado un grupo con el que conectarte, considera uno de los lugares mencionados anteriormente o explora una de nuestras comunidades de Cru.

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