Jesús entra a la ciudad rodeado de multitudes que lo empujan. Zaqueo, un hombre bajo, trata de ver a Jesús. Pero no puede ver por encima de las multitudes ni atravesarlas. El se trepa a un árbol. Jesús lo llama.
Él le dice a Zaqueo que baje del árbol porque quiere cenar con él. La gente está horrorizada. Zaqueo es el recaudador de impuestos de la ciudad. Pero Zaqueo es más que feliz. Él baja del árbol y marca el camino.
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