Jesús les acaba de enseñar cómo orar. Él dice: "pide y recibirás". Les suplica que busquen y les asegura que encontrarán.
Él les recuerda a Sus seguidores que ninguno de ellos les daría a sus hijos cosas malas cuando piden cosas buenas. Él dice que no importa cuán mala sea la humanidad, todavía sabemos dar buenos regalos a nuestros hijos. Y que el Padre Celestial dará aún más el Espíritu Santo a quienes lo pidan.
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