La Navidad es un tiempo lleno de oportunidades únicas para compartir nuestra fe y el amor de Cristo. Es una temporada en la que las conversaciones espirituales surgen con mayor naturalidad, ya sea durante una cena familiar, en una reunión con amigos o incluso mientras se disfrutan las luces navideñas en el vecindario.
Hablar de Jesús puede parecer intimidante, especialmente si es la primera vez que lo hacemos, pero como en todo, siempre hay una "primera vez". Así como hay "primeros" en nuestra vida diaria (como aprender a manejar o comprar una casa), también los hay en nuestra vida cristiana: la primera vez que oramos, la primera vez que leímos la Biblia o la primera vez que hablamos a alguien sobre nuestra fe.
Si este es tu caso, o si deseas ser más intencional al compartir tu fe esta Navidad, aquí tienes algunas ideas y un modelo práctico para guiarte.
Las conversaciones cotidianas pueden convertirse en puentes hacia temas espirituales. Consideremos la historia de Mariana, una madre en Ciudad de México, que se encontró con una oportunidad inesperada para hablar de Jesús.
Mariana era tutora de inglés de Sofía, una adolescente de 17 años con una familia que no practicaba ninguna religión. Durante una sesión, Sofía le pidió a Mariana que la llevara a casa de una amiga después de la clase. Aunque al principio lo sintió como una molestia, Mariana aceptó y decidió usar ese tiempo para orar en silencio por una oportunidad de hablar de Cristo.
En el trayecto, comenzaron a hablar de las tradiciones navideñas de la familia de Sofía, quienes organizaban grandes fiestas cada año. Mariana, en tono de broma, comentó: “Tu familia celebra la Navidad con más entusiasmo que cualquier otro no creyente que conozco”. Esto abrió una conversación sobre Jesús, en la cual Sofía admitió que no sabía nada sobre Él, excepto lo que había visto en programas de televisión.
Mariana, con palabras sencillas y evitando términos complicados, le explicó quién es Jesús y por qué celebramos su nacimiento en Navidad. Aunque Sofía no tomó una decisión de fe ese día, Mariana celebró haber superado su miedo a hablar de Jesús y sigue orando por nuevas oportunidades.
A continuación estas ideas o guías pueden ayudarte a estructurar tus conversaciones navideñas y mantener el enfoque en el amor de Cristo:
Amor: Deja que el amor sea tu motivación principal. Refleja a Jesús en tu forma de hablar, tus expresiones faciales y tus actitudes. Que las personas vean el amor de Cristo en ti antes de escucharlo en tus palabras.
Establece conexión: Encuentra un terreno común. Escucha con atención lo que la otra persona comparte y muestra interés genuino en sus experiencias y tradiciones.
Habla de Jesús: Mantén el enfoque en Jesús. Evita desviarte hacia debates sobre religiones o iglesias, y enfócate en quién es Jesús y lo que ha hecho por nosotros.
Usa historias: Comparte tu testimonio o historias de cómo Jesús ha transformado vidas, tal como lo hicieron los creyentes en el Nuevo Testamento.
Haz preguntas: Usa preguntas para abrir el diálogo, como:
“¿Cómo celebrabas la Navidad cuando eras niño?”
“¿Hay algo que necesites esta Navidad por lo que pueda orar?”
“¿Te gustaría conocer más personalmente al Dios que dio origen a esta celebración?”
Si piensas que iniciar conversaciones puede ser desafiante, puedes utilizar la sección de Iniciadores en la App de GodTools
Recuerda que compartir de Jesús no se trata de forzar conversaciones, sino de estar atentos a las oportunidades que Dios pone frente a nosotros. Ora para que Él abra tus ojos y te dé valentía para hablar con amor y verdad.
Esta Navidad, ¿te atreverás a dar ese primer paso y compartir el mejor regalo de todos?
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Foto: canva
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