Ideas y consejos

Ver a Cristo en todas las Escrituras

Tom Hudzina

Este artículo explora cómo cada parte de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, apunta a Jesús como el centro de la narrativa divina. Desde la ley, los profetas y los salmos hasta los evangelios, las epístolas y Apocalipsis, toda la Escritura revela el plan redentor de Dios y Su propósito de glorificarse a través de Cristo.

Jesús en el Camino a Emaús

En el capítulo 24 del Evangelio de Lucas, se narra cómo Jesús, después de su resurrección, camina con dos de sus discípulos rumbo a Emaús. Confundidos y desanimados por su reciente crucifixión, los discípulos no logran comprender cómo su Mesías pudo morir. Jesús se une a ellos, inicialmente sin ser reconocido, y les explica cómo toda la Escritura hablaba acerca de Él:

“¡Qué torpes son ustedes, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿No tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?” Y comenzando con Moisés y todos los profetas, les explicó lo que se refería a Él en todas las Escrituras. (Lucas 24:25-27, NVI)

El relato concluye con un testimonio poderoso: sus corazones ardieron al escuchar cómo Jesús les abría la mente para entender las Escrituras (Lucas 24:32). Este pasaje nos recuerda que la historia de la salvación, desde Génesis hasta Apocalipsis, gira en torno a una persona: Jesús.

El Antiguo Testamento apunta a Cristo

El Antiguo Testamento, lejos de ser una colección desconectada de libros, está lleno de indicaciones sobre Jesús:

  • La Ley (Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) revela nuestra necesidad de un Salvador al exponer el pecado humano y la incapacidad de cumplir plenamente la voluntad de Dios.
  • Las promesas proféticas (Isaías, Jeremías y Ezequiel) generan una esperanza de redención que solo Jesús puede cumplir. Por ejemplo, la promesa de que Dios habitaría entre Su pueblo (Levítico 26:11-12; Ezequiel 37:26-28) se cumple en Jesús, quien "se hizo carne y habitó entre nosotros" (Juan 1:14) y culminará en Su reino eterno (Apocalipsis 21:3).
  • La literatura de sabiduría (Job, Proverbios y Eclesiastés) señala a Cristo como la fuente de significado y sabiduría verdadera (Colosenses 2:3).
  • Los Salmos y los profetas a menudo hablan con la voz de Cristo, anticipando su sufrimiento en la cruz y su gloriosa resurrección.
  • Las figuras y rituales del Antiguo Testamento, como los profetas, sacerdotes, reyes y ceremonias como la Pascua (Éxodo 12), prefiguran la obra redentora de Jesús.

El Nuevo Testamento proclama a Cristo

El Nuevo Testamento desarrolla y confirma el mensaje del Antiguo Testamento:

  • Los Evangelios presentan a Jesús como el cumplimiento de las promesas de Dios, mostrando Su vida, muerte y resurrección.
  • Las Epístolas reflexionan profundamente sobre el significado de la obra de Cristo para la iglesia y la vida cristiana.
  • Apocalipsis ofrece una visión del triunfo final de Cristo y la consumación de Su reino eterno.

La Biblia: Una historia unificada

La Biblia es un conjunto diverso de géneros: historia, poesía, profecía y narrativas. Si solo te concentras en tus pasajes favoritos, perderás la riqueza de su mensaje unificado. Toda la Escritura busca revelarnos quién es Dios: no un ser rutinario o limitado a reglas, sino un Dios apasionado que desea relacionarse contigo a través de Cristo.

Al leer la Biblia, permite que Dios te muestre a Jesús en cada página. Entender que toda la Escritura apunta hacia Él transforma el estudio bíblico en una nueva y emocionante aventura.

Bibliografía:

  • Charles Drew, The Ancient Love Song (P&R Publishing).
  • © 2009 Cru Press. Adaptado de Tom Hudzina, “Four Sevens: Meeting With Jesus in the Gospel of Luke” (Orlando: 2009).

Nota: Este artículo es una versión adaptada y contextualizada para el público chileno.

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