“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Marcos 16:15
Este fue el gran mandato que Jesús les dio a sus discípulos, y que hasta la fecha los seguidores de Jesús conocemos como la Gran Comisión. Esta Gran Comisión ha sido proclamada en el mundo y muchas personas la están cumpliendo, yendo a lugares donde el evangelio no ha llegado, en donde está prohibido, o donde no hay traducción de la Biblia en su lengua.
Participar activamente en la gran comisión no se refiere precisamente a ir a los lugares más lejanos, en efesios 4 Pablo nos recuerda cómo es que Jesús nos asignó para diferentes roles hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, porque, ¿Qué pasaría si todos vamos a los países que no conocen del evangelio? claro, muchas personas conocerían del evangelio en ese país, pero ¿qué pasaría con las personas de nuestro país, de nuestra ciudad, de nuestra colonia? ¿qué pasaría con nuestra familia que no conoce?, porque Jesús murió por todos, así que el regalo de la gracia es para todo el mundo y nuestro deber es presentarlo a TODOS.
Ahora bien, todos hemos sido llamados a predicar del evangelio, eso es seguro, pero no todos hemos sido llamados a hacerlos de la misma manera, en 1 de Corintios 12 vemos como Pablo nos habla de los dones. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo”. (v. 4 y 5).
Si eres un joven cristiano y deseas servir a Dios puedes hacerlo de diversas maneras, Pablo nos recuerda que todos hemos sido creados con diversos dones, de una forma tan perfecta el Señor nos creó con capacidades, habilidades, gustos y personalidades diferentes, así qué, ¿cómo podríamos hacer lo mismo todos?
1. ¿Qué hace falta en tu comunidad?
Todos hemos visto una necesidad latente en tu comunidad, en iglesia, en tu grupo de jóvenes, en tu universidad, etc. tal vez has visto que falta una ayuda con los niños, un grupo de discipulado, darle un aventón a tu compañero de clase, ser diligente en equipo de trabajo de la clase, etc. La necesidad que tú ves no la perciben los demás, créame, es un punto de partida para formar parte del servicio a Dios.
2. Talentos o habilidades tienes
¿Cuáles son tus talentos? tal vez es tu carrera, tal vez sabes cantar, tienes paciencia con los niños, tus talentos, habilidades o conocimientos pueden ayudar a cubrir esa necesidad.
3. Constante oración
Estar en constante oración a Dios y pidiéndole que te ayude y direccione será el paso más importante para saber que estás haciendo las cosas correctas, claro que si estás haciendo algo para el servicio es para Dios y es buena dirección, pero la guía del Espíritu Santo te ayudará a llegar a las personas correctas y a que la obra sea hecha.
4. Sé directo
Compartir el Evangelio directamente con aquellos por los cuales has orado, esa será la unica manera en la que podrás saber su respuesta, recuerda que el exito esta en compartir el Evangelio en el poder del Espíritu Santo dejándole los resultados a Dios. Aquí hay una herramienta que puedes usar para compartir tu fe utilizando tu celular.
5. Actúa diariamente
Tu testimonio es muy importante, muchas veces queremos sólo hablar e irnos, pero no es así, Jesús nos dio el mejor ejemplo de un buen testimonio, muchas veces con nuestras acciones estamos hablando del amor de Cristo más que con nuestras palabras, ser ejemplo siempre es la forma de cumplir la Gran Comisión constante y activamente.
Ser partícipe de la Gran Comisión no sólo implica el ir, es hablar del amor de Dios siempre, cuidando de la iglesia, hablando a los demás, mostrando amor, dando para que otros vayan, orando por los necesitados, compartiendo el pan con alguien, siendo amorosos con los demás, pide al Señor que te de ese amor que Él tenía y te deje ver como Él veía a las personas, sólo así podrás comenzar a accionar para ser un participante activo de la Gran Comisión.
“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Efesios 4:13
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