AMAR A SU MUJER
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo (Efe. 5:25, 28, 33a)
Todas vuestras cosas sean hechas con amor (I Cor. 16:14)
Dios, al darle a su esposa como su regalo para su vida, se la dio para que la ame.
Al comienzo seguramente no ha sido nada complicado expresarle amor, ha regalado tarjetas y flores en cada aniversario; en muchos casos esas atenciones sucedían cada mes; la invitaba a cenar afuera y le hacía atenciones especiales; sin embargo, al pasar el tiempo los regalos o atenciones comenzaron a espaciarse y la vorágine de las actividades, como ser, mantener el trabajo, la llegada de los hijos, las cuentas por pagar, hacer que el negocio funcione, las enfermedades de los niños y otras cosas se convirtieron en buenas excusas para dejar de “mirar” a su cónyuge y centrase en otros desafíos que alcanzar.
Pero Dios, quien diseño el matrimonio y el perfil del esposo determinó que el hombre tiene que amar a su esposa como a sí mismo y como Cristo amo a la iglesia. Esto, sin duda, pone la vara alta y nos debe llevar a preguntarnos ¿Qué significa eso?, significa amarla sacrificialmente!
Y cuando se habla de amar como Cristo amo a su iglesia debemos decir que hay que estar dispuesto a hacer todo el esfuerzo necesario para amarla; ¡ya no es un sentimiento, es una decisión! y ese esfuerzo se manifiesta de estas maneras:
Cultivar el romance; y no lo confunda con sexo. El hombre es conquistador y como ya consiguió a la mujer amada, pierde el desafío de conquistarla y no ve necesario expresar palabras que la exalten, gestos que expresen amor, valoración y aprecio. A lo mejor, después de varios años de casado tiene que reaprender; ¿qué le puede ayudar?, tome tiempo para recordar que cosas la enamoraron de ella y dígaselo.
Dejar la comodidad o pasividad. En muchos casos, el hombre después de casarse se vuelve cómodo, y no atiende las cosas a tiempo. Expresar amor a su esposa requiere dejar la pasividad y esto tiene que ver con ayudar a su cónyuge en las cosas que ella pide como ayuda. Ya sea atender cosas de la casa a tiempo, o a los hijos (cuidarlos, bañarlos, ayudarles con las tareas, etc.), o a ella misma con varios de los desafíos que tiene que lidiar en las diferentes etapas de su vida. Usted puede tener muy buenas razones para no hacerlo, pero no son sino, excusas. Recuerde que la ayuda no es ayuda si no llega a tiempo.
Aceptar su responsabilidad como hombre. Usted es la certidumbre, la seguridad, la guía, la protección. Tanto su cónyuge como sus hijos deben sentirse seguros en casa; saben que no hay nada que temer porque papa tiene todo bajo control. De esta manera expresa su compromiso de amarlos y protegerlos.
Entonces, ¿Qué puede hacer durante la cuarentena para expresar amor a su cónyuge y a sus hijos?
¡Pregúntele a Dios!
Director Cru Bolivia
Doctor en Psicología Familiar
Master Coach de Torch Liderazgo y Coaching
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