La comunidad es parte esencial de una vida saludable. Los grupos pequeños son uno de los lugares donde puedes encontrar o crear una comunidad, conocer y ser conocido por otros.
En un mundo lleno de aislamiento, ajetreo y diversas circunstancias de la vida, no siempre tienes la opción de encontrarte cara a cara. ¿Quieres saber cómo puedes crear un entorno seguro para una conexión significativa con un pequeño grupo al que diriges de forma práctica? Aquí hay algunas ideas para ti.
- Comunica el propósito — Asegúrate de que los miembros del grupo sepan por qué se reúnen. ¿Es para un estudio bíblico? ¿Compartir y animar? ¿Oración? ¿Algo más?
Puedes hacerlo a través de un correo electrónico, una conversación telefónica con anticipación o durante su primera reunión virtual juntos.
- Ayudales a prepararse — Envíe una invitación a la reunión con un enlace web de la reunión y explique todo lo que necesiten hacer para prepararse. Si va a discutir una pregunta o contenido específico, ayudará a los procesadores internos del grupo a verlo con anticipación.
- Recuerdales la reunión — Envíe un correo electrónico optimista o un recordatorio de texto dentro de las 24 horas de la reunión, junto con una palabra de aliento.
- Brinde asesoramiento técnico a quienes lo necesiten — Es posible que algunos de los miembros de su grupo no tengan experiencia en reuniones virtuales. Asegúrese de familiarizarse con ellos usted mismo y luego hágales saber que pueden comunicarse con usted para obtener algún tipo de asesoramiento. Incluso podría tener una práctica con ellos antes de la reunión.
- Llega temprano — Como líder del grupo, inicie sesión en su plataforma preferida cinco minutos antes de la hora designada. Esto le permite dar la bienvenida a las personas a medida que llegan y actuar como anfitrión. Sonríe y míralos a los ojos (la lente de la cámara). ¡Hace la diferencia!
- Comience y termine en oración — Esta es una excelente manera de centrar el grupo y pasar de esperar a que las personas se unan para comenzar realmente la reunión. No olvides hablar lo suficientemente alto como para ser escuchado..
- Termine a tiempo — Respete su tiempo. Asegúrate de terminar el grupo pequeño a tiempo cada semana para que aquellos que necesiten cerrar sesión puedan hacerlo. Otros pueden optar por quedarse y pasar el rato después (incluso es posible que desee alentarlo).
- Establezca normas — Saber qué esperar siempre es tranquilizador para las personas y ayuda a crear un ambiente positivo. Cuando tiene un conjunto de normas, ayuda a todos a tener expectativas precisas y ayuda a proporcionar la responsabilidad que todo el grupo puede tener juntos. Aquí hay algunos ejemplos de normas comunes:
- Confidencialidad — Lo que se comparte en el grupo permanece en el grupo.
- Cámara — Todos usarán su cámara y la mantendrán en la cara durante la reunión.
- Silencioso — Todos silenciarán sus micrófonos cuando no estén hablando. Te sorprenderá lo fuerte que puede ser mover un papel o ajustar la silla cuando el micrófono está encendido.
- Enfocados — Todos se mantendrán enfocados en la participación grupal. ¡No seremos multitareas! Anima a todos a desactivar las notificaciones para otras aplicaciones en el dispositivo que están utilizando para la reunión.
- Contribuye, no controles — Todos participarán en la conversación y alentarán la participación de otros.
- Conectate — Entre reuniones, todos tomarán la iniciativa de registrarse entre sí. No permita que el pequeño grupo sea el único punto de contacto.
- Da y recibe gracia — Participar en un estudio virtual de la Biblia será una nueva habilidad para muchas personas. Será incómodo a veces. ¡Es útil reconocer que puede tomar un tiempo acostumbrarse y que todos ustedes están en esto y aprendiendo juntos!
La gente hablará unos de otros accidentalmente. Habrá problemas tecnológicos. Qué gran oportunidad para experimentar la gracia del evangelio como comunidad. ¡Mejorarás a medida que crezcas!