El daño más profundo que tuve fue con mi padre.
Crecí en un hogar pensamiento, mi madre me ama, pero mi papá no. Ella era amoroso y bueno y cuidado. Él era distante. No venga con cosas que eran importantes para mí. Él no habla conmigo – a menos que estaba trajinando a mí. Y yo más resentido y amargo como pasaron los días.
Rogué a madre a dejarlo, pero ella nunca haría. Por su propia descripción, él era abogado bullheaded y bebía todas las noches que yo podía recordar.
Mi madre dijo que ella no podía hablar con él. Y si ella no podía hablar con él, ¿cómo podría?
Creció y se convirtió en un miembro del personal con Cru. Entonces estaba en la clase de nivel de seminario y el profesor dijo algo que nunca he escuchado antes.
Él lee a 1 Corintios 13:4-7:
El amor es paciente y clase. Amor no es celoso o jactancioso u orgulloso o grosero. No exige su propia forma. No es irritable, y no guarda de ser ofendido. No alegrarse de la injusticia pero se alegra cuando la verdad gana hacia fuera. Amor nunca da para arriba, nunca pierde la fe, siempre es esperanzador y perdura a través de cada circunstancia.
Dijo que si Dios es amor y si eso es lo que es amar, entonces es lo que Dios te ama y eso es lo que Dios me ama. Gente me había dicho para poner mi propio nombre de los versos, pero siempre faltó.
El amor de Dios hacia mí es paciente. El amor de Dios hacia mí es bueno. El amor de Dios hacia mí espera todas las cosas, cree todas las cosas, lleva todas las cosas.
Cuando salí de allí, pensé en mi padre. Yo había estado esperando le forma, dejar de beber y agradable. Entonces amarlo.
Pero era como si Dios me dijo: "Ney, tiene más luz. Tienes más gracia. Tienes más inteligencia. Necesita amar primero." Y como primero lo amaba, su corazón comenzó a cambiar hacia mí.
Esto va a sonar melodramático, pero recuerdo sentado y pensando, ¿qué pasa si voy al funeral de mi padre y sería estar sentado allí mirando el ataúd... ¿me arrepiento de cualquier?
Y pensé, sí, que lamentaría que había no le pedí perdón por mis formas crueles, ingratos, sin amor crecer.
Así que me fui a casa a Shreveport, Luisiana. Dije, "papá, he estado pensando en mis años de crecer y cómo cruel y despreciable cómo fue. ¿Tú me perdonas?
Se volvió y me miró desde su silla, con una leve sonrisa en su rostro y dijo, "Nº no me acuerdo de esas cosas. Excepto el tiempo..." Y luego nombrado una vez.
Y entonces dije, "me perdone por lo que usted puede recordar?"
Él dijo, "Sí."
Y finalmente llegó el día cuando estaba sentado en la funeraria en su ataúd. Me acordé de cuando no tenía ganas de perdonar, había elegido con mi voluntad para perdonar. Y ese día no tenía ningún arrepentimiento, excepto que no había decidido de antes de perdonarlo.
¿Cuando estamos heridos, tenemos que plantearnos la pregunta: es más grande que mi dolor mi Dios? ¿O voy a que mi dolor sea más grande que mi Dios?
Hay muchas cosas que son imperdonables, pero no hay nada de lo que es imperdonable.
(Hay situaciones que necesitan asesoramiento. Hay un lugar para el amor duro. Hay un lugar para límites. Más a menudo nuestra respuesta debe ser el perdón, pero a veces es un proceso de trabajo a través de la primera).
Mi padre nunca me pidió que lo perdone. Pero Dios le pidió de mí y eso hizo toda la diferencia.
No somos mayoría como Cristo cuando somos perfectos. No podemos ser perfectos. Pero somos mayoría como Cristo cuando nos estamos perdonando.
Dondequiera que estemos en nuestro camino de fe, estamos en horario. Dios no se sorprende de que estamos donde estamos. Tenemos que recordar que es profundamente amados por Dios con un 1 tipo de Corintios 13 de amor.
No podemos perdonar por nuestra propia cuenta, sino sólo por su espíritu en y a través de nosotros. Él nos dará su poder que si sólo le dejaremos.
Cuando traemos a Dios en las partes negativas de nuestra vida, nosotros revelar su poder para trabajar.
Cómo poner a Dios en la negativa.
Para escuchar el Ney ampliar este concepto, visite Revivir nuestros corazones.
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