Recuerde que nuestra relación con Dios es segura debido a lo que Cristo hizo por nosotros, y no lo que hacemos para Dios. Por medio de Jesucristo somos perdonados y aceptados por Dios.
Tenemos seguridad en nuestra relación con Dios. El quiere caminar estrechamente con él. Él quiere que nos comuniquemos con él cada día. Esto se llama comunión.
El pecado es la mayor amenaza para nuestra comunión con Dios. Una simple definición de pecado es hacer lo que queramos en el lugar de lo que Dios quiere, tanto en acciones y actitudes.
Al decir o hacer algo para dañar a un miembro de la familia, no cambia la manera que están relacionadas con uno al otro. Pero puede potencialmente dañar Cómo relacionan entre sí si no ENCARARÍA el problema rápida y honestamente. De la misma manera, cuando decidimos pecar, nuestra posición como hijos de Dios no se ve afectada, pero se interrumpe nuestra comunión.
Cada uno de nosotros el pecado. Mientras vivimos en este mundo, luchamos con la tentación y el pecado. Aprender a tratar con nuestro pecado en el día a día nos ayuda a experimentar la cercanía con Dios.
Es fundamental entender la diferencia entre vergüenza y culpa. Vergüenza es tener una visión negativa de lo que somos. Dios no quiere que sus hijos a vivir en la vergüenza. Él promete que "todo aquel que cree en él no se pondrá en vergüenza" (Romanos 10:11). En cambio, la culpa es algo que Dios utiliza para pinchar la conciencia. Culpa nos convence de la necesidad de cambiar un patrón de pensamiento o conducta que es incompatible con ser cristiano.
Entonces cuando sabemos que hemos pecado, ¿qué debemos hacer? La Biblia nos dice que ser honesto con Dios acerca de lo que has hecho (confesión) y pedirle que nos ayude a cambiar de dirección (arrepentimiento).
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad." 1 John 1:9
De acuerdo con Dios que hemos pecado.
Gracias a Dios por el perdón ha ya prometió le.
Pedirle a Dios que cambie sus actitudes y acciones en el futuro.
Otra forma de práctica que esto se llama espiritual de respiración. Respire hacia fuera el pecado, respirar en el perdón y la limpieza que Cristo hizo posible.
Leer Salmo 32:5, Salmo 103:12 e Isaías 53: 5-6.
¿Qué dicen estos pasajes acerca de la culpa y el perdón?
¿Cómo se verían afectada su vida aplicando estas verdades?
Jesús, gracias porque moriste en una cruz para que mis pecados pudieran ser perdonados, y así podría tener comunión con Dios. Por favor, hacerme consciente de los tiempos cuando decido ir mi propia manera en lugar de después de usted. Ayúdame a confiar en tu perdón y por favor continúe transformando mis pensamientos y mis acciones para hacerme más como tú. Amén.
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