"Cuando conocí a Rebeca pude ver en sus ojos una gran hambre espiritual, y en ese momento supe que ella sería mi amiga y alguien con quien compartiría el Evangelio.
La conocí en Abril cuando fui a este país a explorar, mantuve el contacto con ella, ahora que regresé, nos reunimos y estuvimos hablando acerca de todo.
En un momento ella me preguntó ¿Qué piensa Dios sobre las personas malas? ¡Personas realmente malas!. Me di cuenta que era el momento para compartir el Evangelio con ella, tome mi teléfono y abrí GodTools App y compartí con ella acerca del pecado y la santidad de Dios.
Ella dijo: ¡Wow! Jesús es muy dulce, me encanta esa oración pero no estoy lista para hacerla.”
Al momento de despedirnos, le di un regalo, el Nuevo Testamento en Árabe (Injil), ella estaba muy feliz y agradecida, dijo: ”Ésto es un gran tesoro para mi, voy a cuidarlo, está en manos seguras”. Le pregunté si podía orar por ella, ella dijo “por supuesto. por favor” Oré que ella pueda conocer a Dios a través de su palabra."
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