El propósito del matrimonio es glorificar a Dios ayudando a transformar a cada miembro de la pareja en la persona que él o ella debe ser.
El conflicto es parte del matrimonio, ya sea que hayas estado casado durante 7 o 47 años. La sorpresa podría ser que descubras que Dios tiene un propósito con el conflicto.
Cuando estábamos haciendo la investigación original para nuestro libro, “Los Siete Conflictos: Resolviendo los desacuerdos más comunes en el matrimonio”, entrevistamos a decenas de parejas y nos encontramos teniendo una conversación recurrente, como la siguiente:
Nosotros: cuéntennos aquellas cosas en su matrimonio sobre las que parece que discuten una y otra vez.
Ella: Nosotros no discutimos.
Él: No, no lo hacemos.
Nosotros: Oh. OK ... ¿Estás de acuerdo con todo?
Ella: Oh, no, no estamos de acuerdo con algunas cosas.
Él: Simplemente no discutimos. (Él la toma de la mano y ambos sonríen.)
Ella: Como cuando se prepara para ir a la iglesia, se sube al automóvil, se dirige a la salida y espera a que yo salga. (Ella ríe.)
Él: Creo que estamos en desacuerdo sobre eso. (Se ríe). Es como si ella me dijera: "Tu tiempo no es importante".
Ella (soltándole la mano): Si ayudaras a preparar a los niños, podríamos estar listos antes.
Él: ¿Ahora es culpa de los niños? Entonces ¿por qué sucede esto incluso cuando los niños no están?
Nosotros (tomando notas furiosamente): Cuéntennos más sobre la forma en que no discuten.
Diferencias de perspectiva
A lo largo de nuestra vida matrimonial, a menudo hemos estado en desacuerdo en nuestro enfoque para criar a nuestros hijos.
Joy piensa que deberíamos recordarles a los niños llevar una chaqueta, cada vez que salen; pero Tim cree que deberían aprender a recordarlo por sí mismos, y que un poco de frío podría ser la clave.
Joy cree que deberíamos instalar un software de filtrado de Internet en la computadora de nuestro hogar para proteger a los niños de entrar accidentalmente a sitios inapropiados; pero Tim piensa que los niños deben saber que los sitios están ahí, y que deben desarrollar el autocontrol para no visitarlos.
Con el tiempo, comenzamos a reconocer que nuestras diferencias formaban parte de un único desacuerdo. Cuando se trataba de nuestros hijos, Joy instintivamente imponía su seguridad por sobre todas las cosas, y Tim instintivamente valoraba su autonomía.
No hay nada de malo con ninguna de las perspectivas. El problema es que cada uno de nosotros aborda instintivamente todas las decisiones de crianza desde su propia perspectiva.
Después de años de "discusiones" prolongadas, nos dimos cuenta de dos cosas fundamentales: que realmente no estábamos batallando por las chaquetas y las computadoras, y que estábamos del mismo lado.
Simplemente habíamos elegido caminos diferentes para alcanzar nuestro objetivo común: un niño maduro y próspero.
Áreas fundamentales de desacuerdo
¿Es posible que hubiera más problemas fundamentales como este, más puntos ciegos instintivos que fueran la raíz de otros desacuerdos?
Finalmente identificamos 7 áreas fundamentales de desacuerdo.
Discutimos nuestras conclusiones con otras parejas y descubrimos que tenían desacuerdos recurrentes sobre los mismos 7 temas. Luego, durante más de 2 años, mientras viajábamos y hablábamos en las conferencias matrimoniales en todo el país, encuestamos a nuestro público.
Parece que hay 7 problemas subyacentes comunes que son la causa raíz de la mayor parte del conflicto en la vida matrimonial:
En un artículo así de breve no podemos tratar los 7 conflictos, así que veremos solo uno.
Un ejemplo: seguridad
En su matrimonio, uno de ustedes instintivamente otorgará un mayor valor a la seguridad. La seguridad es la necesidad de estar seguros, el deseo de saber que usted y los suyos están protegidos contra accidentes o enfermedades.
Los peligros vienen en muchas formas: físicos y emocionales, reales e imaginarios. El deseo de seguridad generalmente toma la forma del deseo de protección y el deseo de provisión.
La protección en su forma más básica es el instinto de supervivencia, pero también incluye el anhelo de seguridad, estabilidad e incluso comodidad.
La provisión es el deseo de asegurarse de que todos tengan lo suficiente, un deseo que hace que sea necesario recolectar y guardar.
Basura o tesoro
Miremos un desacuerdo de una pareja que entrevistamos. Observa si en el fondo puedes detectar la raíz de la seguridad.
Él: Mira lo que encontré en el bote de basura. Nuestra tostadora!
Ella: Es nuestra vieja tostadora.
Él: No ibas a tirarla, ¿o sí?
Ella: por supuesto. Acabamos de comprar una nueva.
Él: Pero todavía funciona.
Ella: ¿Por qué conservaríamos la tostadora antigua cuando tenemos una nueva?
Él: ¿Qué pasa si la nueva se daña? Es bueno tener una tostadora de repuesto.
Ella: Jack, nuestro ático está lleno de "cosas de repuesto".
Él: ¿Por qué tirarías una tostadora perfectamente buena?
Ella: si era "perfectamente buena", ¿por qué en el mundo compramos una nueva?
Él: Simplemente no me gusta botar las cosas. Supongo que mi familia no tenía dinero para desperdiciar como la tuya.
El deseo del esposo de guardar una tostadora desgastada parece francamente irracional para su esposa, y le cuesta trabajo explicárselo.
Él no quiere una tostadora; él quiere seguridad. Si una tostadora se daña, ahora tienen otra. Están protegidos y pueden proporcionarlas, incluso si solo producen tostadas medio doradas.
Pero el argumento está a punto de complicarse. En su desesperación por dar una explicación racional de su deseo, el hombre sugirió que realmente el problema es todo de su esposa, que ella despilfarradora, y peor que eso, que adoptó el mal hábito de su familia.
"La mejor defensa es una buena ofensa", dice el viejo dicho, y este hombre lo ha puesto en práctica.
Pero se ha olvidado de un sabio dicho antiguo:
"Una respuesta amable aleja la ira, pero una palabra áspera provoca enojo" (Proverbios 15: 1).
Ahora ésta pareja puede pasar el resto de la tarde discutiendo sobre cualquier cosa, menos sobre la seguridad.
Dios tiene un Propósito para el Matrimonio
La enseñanza más revolucionaria de la Biblia sobre el tema del matrimonio no se trata de roles, o compromiso, o incluso resolución de conflictos; la enseñanza más profunda de la Biblia es que hay un propósito para el matrimonio.
El propósito del matrimonio es glorificar a Dios ayudando a transformar a cada miembro de la pareja en la persona que él o ella debe ser.
Si nosotros mismos decimos que el único propósito del matrimonio es la realización personal, entonces veremos todos los elementos insatisfactorios del matrimonio como obstáculos para ese objetivo.
Pero ¿qué sucede si comenzamos a creer que el propósito del matrimonio es ayudarnos a transformarnos en las personas que Dios quiere que seamos, y ese conflicto puede desempeñar un papel positivo en ese proceso? A medida que nuestro pensamiento cambia, también cambiamos nosotros.
En nuestro matrimonio, una vez que aprendimos a identificar los 7 conflictos y cada uno se dio cuenta de lo que la otra persona valoraba, nuestras actitudes cambiaron.
Debemos ayudar a cumplir los sueños del otro en lugar de defender tercamente nuestro propio territorio. Todos ganamos.
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