Abel

Abel Gerónimo (20 años), el vive en Payogasta está en el último año del secundario y preparándose para ingresar a la Universidad en la carrera de Ingeniería Mecánica. Lo conocí cuando tenía 8 años y desde entonces he visto cómo ha ido creciendo. Su etapa de adolescencia sufrió bullying y luchó con cosas típicas de cualquier adolescente en cualquier ciudad. Por supuesto que esto aflijia a sus padres (Eliseo y Ester), lo cual los llevó a orar y a depender solo de Dios en la transformación de su hijo.

Abel me cuenta que él desde niño siempre esperaba a los chicos de Cruzada (Cru), y anhelaba ser como alguno de ellos y hacer lo que ellos hacían en Los Valles (ayudar al prójimo y hablar a la gente de Dios) pero no sabía porqué a medida que crecía eso se iba diluyendo y no tenía fuerzas para recomponer su vida por el contrario estaba volcado a los deseos de sus pensamientos y de su cuerpo. Pero la misericordia infinita de Dios alcanzó su vida, en enero pasado aceptó a Cristo en el campamento de Cruzada y su vida tomó otro rumbo.

Al volver del campamento Abel se puso en acción, hizo varios carteles gigantes donde escribió versículos bíblicos y los colgó en su colegio, esto llamó la atención de sus compañeros y profesores. Cada tema que discutían le pedían explicaciones y el punto de vista bíblico, Dios lo guió en todo y de este modo fue siendo reconocido y varios de sus compañeros con profundas necesidades se acercaron para preguntarle qué es lo que lo había cambiado y qué podían hacer ellos para tener eso que lo hacía diferente.

Así les está presentando a Cristo a cada uno, una compañera ya lo aceptó a Jesús como salvador y también Fernando a quien discipula.

Abel vive el ser usado por Dios

Luego de todo su cambio, sus compañeros lo eligieron como presidente del centro de estudiantes dónde está aprendiendo a ser de influencia, además de servirles y a no descuidar sus estudios. Junto con Fernando quieren armar una comunidad misional para invitar a todos sus compañeros.

Una de los cambio que quieren impulsar tiene que ver con el viaje de egresados de la escuela, quieren proponerles a sus compañeros cambiar el destino y sentido de este viaje, en vez de irse a emborrachar, a tener relaciones sexuales y consumir drogas en una ciudad que solo ofrece destrucción; van a proponerles irse todos al campamento de Cru en enero, oremos para que esto sea una realidad. Abel sueña con exponerlos a un ambiente que a él lo transformó y lo desafió a vivir con y para Cristo.