Yo era un joven creyente en vacaciones de primavera mi primer año en la Universidad. Mis amigos Dan y Buck me invitaron a ir en un viaje de mochilero en las montañas del puerco espín del norte de Michigan.
Como tres chicos jóvenes despreocupados, recorrían y caminamos alrededor, a veces hablando con compañeros de viaje el Señor. Aún no tenemos una tienda de campaña-sólo una pieza de plástico, que aparejó para arriba como un cobertizo para dormir.
Una noche mientras estábamos sentados alrededor de la fogata, escuchamos algo grande estrellándose alrededor cerca.
"Las ardillas?" Dijo que.
"Ninguna manera", contestó Buck. "Demasiado grande".
En ese momento, todos recordamos el ranger de la advertencia antes: "Ten cuidado con los osos."
Pensé que de lo expuesto que fuimos, con ni una real tienda a ocultar en. Dan sugirió que orar. En mi fe joven, estaba segura de Dios podría manejar esto, pero todavía sonaba bueno para mi. Dan oré y le pedí al Señor que envíe el oso en algún otro, puesto que eran sus siervos y había estado tratando de confiar en él y lo hacen conocido en este viaje.
Luego fuimos a dormir en nuestra tienda del cobertizo y pasó la noche en paz.
A la mañana siguiente, encontramos oso frescas excrementos unas cien yardas por el sendero. Pronto aprendimos que dos parejas unas cientos yardas del otro lado de nosotros habían temblaban en sus tiendas y vi un oso rip abrir sus paquetes, buscando comida. No sólo tomaron su alimento, pero él había comido 40 hits de velocidad también.
Y allí estábamos, justo entre los dos puntos que había sido el oso. El oso drogado debe tener caminó – o flotado, en medio de los árboles y a través de nuestro campamento para llegar de un punto a otro. Me sorprendió que realmente Dios había contestado nuestras oraciones.
Sin embargo, parecía que el Señor quería conducir el punto de inicio. Una hora o tan más adelante, Buck bajó a la costa del lago Superior para recoger madera para el fuego. Cuando estaba a punto de lanzar un tronco en el fuego, Dan dijo: "espera un minuto! Parece que hay palabras en ese pedazo de madera".
Dan tomó la sección irregular de la Junta quitase y limpia la suciedad. Como las palabras, nos abrió la boca.
Allí en esa pieza curtida de driftwood alguien había tallado las palabras: oración de respuestas de Dios.
Este artículo es un extracto de "El oso" por un funcionario de Cru Bill Sundstrom, de asombrosos milagros de hoy en día, 52 historias verdaderas a fortalecer su fe, por Suzanne Tartre Frey, Harvest House Publishers. Usada con permiso.
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