Me crié en un hogar cristiano. Y sin embargo, incluso con exposición diaria a la enseñanza bíblica y el deseo de mis padres para poder conocer y amar a Dios, todavía resulta difícil hacer la fe de mi familia mi.
Se fue a la Universidad de Wisconsin-Madison en una beca para jugar al hockey para el equipo femenino. Mientras que muchos niños se deriva de su fe cuando salen de casa, hice todo lo contrario. De pronto me encontré haciendo decisiones y opciones personales que estaban afectando mi vida a lo grande. Fue entonces que decidí hacer la fe de mis padres mi propia.
Yo sabía que necesitaba para poner mi confianza en Dios y le da un control completo sobre cada aspecto de mi vida. Una vez hice esa decisión y compromiso, yo me había conectado a atletas en acción en nuestro campus y encontró una iglesia local que estaba vivo con la palabra de Dios y me ayudó a crecer en mi fe. Dios me envuelve en su amor y comenzó me cambio desde el interior. Sentí que finalmente tuve esa relación personal con Dios que me faltaba durante tantos años.
Una cosa que he aprendido es que nunca es fácil ser un cristiano. Uno de los ensayos más difíciles de que Dios me ha traído a través ocurrió en el otoño de 2008. Debido a una lesión de hockey, tenía que someterse a una cirugía de hombro que pensé que terminaría mi carrera y sueña con jugar en los Juegos Olímpicos de invierno de 2010. La cirugía y la recuperación fueron muy difíciles y volviendo al juego del hockey fue doloroso. Pero Dios me dio la fuerza para llegar a través de terapia y rehabilitación y la resistencia a seguir para jugar, entrenar y para ir al campo de la puesta a punto final para el 2010 Estados Unidos olímpico equipo femenino de hockey un año más tarde.
He aprendido que al practicar deportes que Dios siempre debe ser el juego para. Algunos de los momentos más difíciles de mi carrera han sido cuando estaba tratando de ganar el juego para mí, o por un título. Si Dios es mi audiencia entonces él estará observando todo el tiempo. Esto significa que cada vez que estoy entrenando solo en casa, o hacer ejercicio en el gimnasio con mi equipo, o frente a miles de fans, necesito dar todo lo que tengo para traer gloria a Dios y usando los dones que me ha dado.
Las semanas previas a la puesta a punto final fueron físico más de preparación. Esas semanas consistió en un montón de oraciones. Quería dar el resultado a Dios y ser feliz con lo que me dio. En mi devocional y en mis tiempos de oración con mi esposo, Mike, mucho del foco estaba en las incógnitas que iba a. Mike y yo oraba que no tengo se arrepiente y deja todo en el hielo. Es una extraña sensación cuando usted da totalmente el resultado a Dios. Paz llegó con respecto a la decisión que se haría.
Yo intenté recordarme que todo lo que Dios quería pasar pasaría sin importar lo que lo pensé. Afortunadamente, Dios no se terminó de trabajar a través de mí y me permitieron ser uno de los 23 seleccionados para el equipo.
Él sigue a usarme diariamente en el equipo olímpico de Estados Unidos de 2010 como vivo y jugar al hockey para él.
Me encanta lo que dice la Biblia en Santiago 1:1-4, "parece pura alegría, mis hermanos, cada vez que te enfrentas a los ensayos de muchas clases, porque sabes que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Constancia debe terminar su trabajo para que seáis perfectos y cabales, no carece de nada."
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