Como las placas se pasaron, yo estaba en el baño tener con Dios.
Mientras que el pueblo de Dios celebra comunión, lloré. Palabras como «indigna manera"y"sin resolver el pecado"un ciclo a través de mi mente.
Estaba probablemente siendo un poco dramático, saltar hacia fuera sobre la comunión. Pero durante mucho tiempo he sido un obsesivo repenter. I estrategias y gire mi cerebro en un intento de sentirse culpables y arrepentidos y penitentes.
Pero me di cuenta de que he tenido todo al revés. Autor y pastor Tim Keller dice que Jesús, en la historia del hijo pródigo, revelan un Dios que no está esperando de mí derecho a arrepentimiento.
¿Como en la historia, creo en un Dios que espera al borde del camino para mí, que dirige a mí y cae sobre mí con lágrimas y besos alegres?
Un mes atrás, mi niño de 6 años dictada a su hermana este mensaje en mi diario, «Dios ama tanto que él va a llorar por su pecado de papá». Al lado de él dibujaba garabatos y corazones rotos.
Sé que estoy leyendo en el mensaje de mi hijo para mí, pero en un sentido real clamaron a Dios por nuestro pecado. ¿Sé que amo mucho a mi hijo, pero lo que hizo Dios el padre se sienta cuando Jesús lloró en el huerto de Getsemaní?
El Dúo de padre e hijo, que estaba íntimamente entrelazado de antes de la hora, estaba a punto de ser desgarrado.
¿Qué lágrimas hicieron el padre llora como él dio la espalda a la Cruz y oyó a su hijo llorando, "Papi, papi, ¿por qué me has abandonado?"
Y entonces ¿por qué a veces luchamos con arrepentimiento? Hay un desamparo a nuestra condición después de la caída. Pero eso no es lo suficientemente fuerte. Nos oponemos violentamente al Gobierno de Dios.
Así que ninguna cantidad de sacar mano o trazado de mi parte va a traer un corazón arrepentido.
Más bien Tim Keller describe arrepentimiento como despertarse, o venir a sus sentidos. Incluso el hijo pródigo, que llegó a sus sentidos, lo hicieron medias. No tenía idea cómo su padre estaba esperando ansiosamente su regreso.
Me imagino a Dios como empático conmigo en mis intentos de arrepentirse, pero creo que él pone su brazo alrededor de mi hombro y mi mentón para mirar su amor completo aparece, su gloria, en la Cruz levanta.
Keller dice: "que un ser infinitamente feliz destrozar su vida para nosotros. Si siquiera un atisbo de eso, sanará las enfermedades de su alma."
El Dios más me despierta a esta realidad, más quiero que se arrepienta.
Así que la próxima vez que me siento desamparado, que Dios es lejano, no le importa y que no soy su hijo debido a mi pecado constante, tengo que recordar esto: mi papá me llama al sprint a su mesa. Me llama para la cena.
Allí veo a Daddy, barrado sobre sus hijos, casa, juntos. Una hermana me pasa vino y el pan me dice para comer y curarse.
Yo comer un poco y a ver. Hay tanta alegría y anticipación aquí. Va a ser una buena comida.
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