En la bicicleta en el gimnasio, mis ojos saltaban de un televisor a otro. Uno de los televisores, viendo noticias las 24 horas de CNN, me llamó la atención. "Masacre de la iglesia" fueron las palabras que recuerdo.
Miró fijamente en incredulidad. 9 personas muertas.
Nueve afroamericanos murieron mientras asistía a un estudio bíblico en Emanuel africana Metodista Episcopal iglesia en Charleston, Carolina del sur. El ataque fue premeditado.
Mientras miraba las noticias de última hora, me sentí enojada tensión manar para arriba en mí. Cuando va a terminar? Entonces pensé, sinceramente no sé si esto acabará siempre.
Los temas que rodean esta tragedia horrible son complicados, y frota la sal en las heridas ya abiertas de los afroamericanos. No tengo las respuestas. No sé qué sentir.
No sé cómo responder como un cristiano americano blanco que es parte de la cultura mayoritaria.
No puedo comprender el dolor o la profundidad de las heridas. Pero me sigue lastimando.
Ayer por la noche, mientras estaba tumbado en la cama leyendo más noticias del día, me topé en un artículo de The Washington Post conmemorar la vida de cada víctima. He leído sobre Sharonda Coleman-Singleton. "Pocas cosas motivaron al 45 años madre de tres más de responder a la llamada superior para difundir el Evangelio", dijo el artículo. Me detuve. Parece conectar con esta mujer. Que estamos unidos por el Evangelio.
"Llorar con los que lloran" de Romanos 12:15 son las palabras que constantemente vienen a la mente. Y para ser honesto, no sé exactamente lo que parece. Me gustaría que lo hice.
Lo que sé acerca de luto es que necesito para permitir que mi corazón romperse. Necesito permitirme sentir la ira y la tristeza. Necesito gozándoos en la esperanza que estos creyentes están con Jesús. Y permitir que estas emociones que me mueve a la oración y diálogo permanente.
Clamamos por justicia. Anhelamos la paz. Esperamos un día cuando va a terminar mal. Pero vivimos entre el "ahora" y el "todavía no". Tenemos confianza que se restaurará la creación y el Señor hará todas las cosas derecho. Y lloramos, "ven, Señor Jesús. Venga."
¿Oraste conmigo para las familias de las víctimas? ¿De techo de Dylann, 21 años de edad supuestamente shooter? ¿Para su familia, para el diálogo abierto, para la curación, para nuestro país? ¿Y sería una parte de la conversación conmigo?
©1994-2020 Cru. All Rights Reserved.