La mayoría de los cristianos se encogen ante la palabra evangelismo.
Mariska Nel ciertamente no lo tenía en su radar mientras viajaba a Orlando, Florida, desde Sudáfrica para una pasantía de un año en un parque temático. Aunque era cristiana, no estaba familiarizada con hablar sobre sus creencias y tenía muchos temores al hacerlo. Pero aproximadamente una semana después de mudarse a Orlando, Mariska conoció a los miembros del personal de Cru Russell y Emilee Hill.
"Eran el tipo de personas que salían a evangelizar", dice Mariska. “Pensé al principio, esto da mucho miedo. Quiero ser parte de eso, pero tampoco quiero ser parte de eso ".
Mariska Nel (foto de la barra lateral)
Todavía aprendiendo lo que significaba caminar con Dios misma, Mariska no se sentía equipada o con los conocimientos suficientes para hablar con la gente sobre Jesús, la Biblia o el cristianismo.
"Temía las profundas preguntas de las Escrituras que ni siquiera he respondido por mí misma", dice Mariska. "A veces tengo miedo de perder el interés de la persona debido a mi propia falta de fe para explicarles las cosas".
Mariska también temía meterse en discusiones espirituales, perder amistades o incluso alejar a las personas del cristianismo en lugar de atraerlas hacia el Señor.
Cuando Mariska pasó más tiempo con Russell y Emilee, la invitaron a unirse a ellos para hablar con la gente de Old Towne, un centro comercial al aire libre y un parque de diversiones.
"Los vi compartiendo su fe simplemente hablando con personas y conversando con ellos y me di cuenta de que esto es muy divertido". ella dice.
Dios le mostró a Mariska que cerraría la brecha para todas las preguntas para las que ella no tenía respuestas.
"Me recordó que no es nuestro trabajo convencer a la gente de quién es Él", dice ella. "Los convencerá".
Cuanto más Mariska daba pasos de fe para iniciar conversaciones espirituales, más fácil le resultaba superar sus temores. Cuando comenzó a hablar de Dios con sus compañeros de trabajo y compañeros de cuarto, se dio cuenta de que la mayoría de las personas eran abiertas sobre lo que creían (o no creían), y que si se concentraba en escuchar y construir relaciones, otros estaban interesados en lo espiritual. discusiones.
Mariska también descubrió que cuanto más tiempo pasaba con Dios en Su Palabra, más segura estaba de hablar de Él con los demás.
“Cuando evangelizas”, dice Mariska, “la herramienta más efectiva para usar con personas que no tienen una relación con el Señor es compartir la relación que tienes con Él. Con eso se conectarán ", dice ella.
Mariska inicialmente pensó que solo los pastores o misioneros podrían ser lo suficientemente poderosos en su fe para evangelizar bien, pero Dios le está mostrando que ella puede ser poderosa justo donde está.
"El púlpito no es el único lugar donde puedes ser increíble", dice Mariska. “Puedes ser increíble en el terreno, sirviéndole y hablando de Él con personas que nunca antes han oído hablar de Él. Puede pensar que no tiene muchos conocimientos, pero los tiene ".
Mariska pudo superar muchos de sus temores sobre el evangelismo al tomar medidas de fe para iniciar conversaciones espirituales con otros.
Most Christians cringe at the word evangelism.
Mariska Nel certainly didn’t have it on her radar as she traveled to Orlando, Fla., from South Africa for a year-long internship at a theme park. Though she was a Christian, she was unfamiliar with talking about her beliefs and had many fears in doing so. But about a week after moving to Orlando, Mariska met Cru staff members Russell and Emilee Hill.
“They were the kind of people who were going out and doing evangelism,” Mariska says. “I thought in the beginning, this is so scary. I want to be part of it, but I also don’t want to be part of it.”
Still learning what it meant to walk with God herself, Mariska didn’t feel equipped or knowledgeable enough to talk to people about Jesus, the Bible or Christianity.
“I feared the deep, Scriptural questions that I haven’t even answered for myself yet,” Mariska says. “Sometimes I’m scared I’ll lose the person’s interest because of my own lack of faith in explaining things to them.”
Mariska also feared getting into spiritual arguments, losing friendships, or even turning people away from Christianity instead of drawing them to the Lord.
As Mariska spent more time with Russell and Emilee, they invited her to join them in talking to people at Old Towne, an outdoor shopping mall and amusement park.
“I saw them sharing their faith just by talking with people and having conversations with them and I realized, this is pretty fun!” she says.
God showed Mariska that He would bridge the gap for all the questions she didn’t have answers for.
“He reminded me it’s not our job to convince people of who He is,” she says. “He will convince them.”
The more Mariska took steps of faith to initiate spiritual conversations, the easier it became for her to overcome her fears. As she began to talk about God with her co-workers and roommates, she realized that most people were open about what they believed (or didn’t believe), and that if she focused on listening and building relationships, others were interested in spiritual discussions.
Mariska also found that the more time she spent with God in His Word, the more confident she was to talk about Him with others.
“When you evangelize,” Mariska says, “the most effective tool to use with people who don’t have a relationship with the Lord is sharing the relationship you have with Him. That’s what they will connect with,” she says.
Mariska initially thought that only pastors or missionaries could be powerful enough in their faith to evangelize well, but God is showing her that she can be powerful right where she is.
“The pulpit’s not the only place you can be amazing,” Mariska says. “You can be amazing on the ground, serving Him and talking about Him to people who have never heard of Him before. You may think you don’t have a lot of knowledge, but you do.”
Mariska was able to overcome many of her fears about evangelism by taking steps of faith to initiate spiritual conversations with others.
Learn how you can initiate a spiritual conversation in part 2 of this 3-article series.
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